Para hablar del futuro hay que comenzar por el presente y tomar los conocimientos del pasado. Actualmente en Venezuela, un país “rico”, en petróleo (un recurso limitado) y hermoso como ningún otro, se viven tiempos difíciles; no es la política, no es el gobierno ni el extranjero, es simplemente el venezolano. El problema nace en la casa, literalmente.Si trajéramos la temática de la película “2012” a Venezuela y sólo sobrevivieran, luego de mucho hacer conciencia, los más luchadores, trabajadores y los más arriesgados: Venezuela seguiría siendo la misma, porque el venezolano no va a cambiar, sin importar a cuántas catástrofes se enfrenten (recuerden Vargas de 1999). Los golpes de pecho duran poco.
Sea lo que sea que llegue a pasar en el mañana, el inevitable futuro, sólo deben tener en cuenta que comienza y termina con ustedes. Porque cosechamos lo que sembramos. La discordia está, hoy, entre nosotros, así que eso es lo que podemos esperar que nos acompañe en los días que nos quedan por recorrer, si el cambio no se hace ya. Siempre hay dibujada una línea divisoria que limita el “aún te queda tiempo” y el “ya no hay vuelta atrás”, en Venezuela estamos bailando el Limbo con esa línea.
Es hora de buscar el cambio, porque puede que mañana sea muy tarde para nosotros, es hora de dejar de mostrar todos los días el letrerito de: “vuelva mañana, hoy estamos fuera de servicio”. Venezuela necesita un futuro digno lleno de personas dignas de él, ¿te quieres quedar atrás?
El futuro lo escribimos hoy. Somos esclavos de nuestras acciones y prisioneros de nuestras decisiones.
POR: MIG ANGELLIC
2 comentarios:
"El futuro lo escribimos hoy. Somos esclavos de nuestras acciones y prisioneros de nuestras decisiones."
Completamente de acuerdo. La gente se queja y se queja de lo que pasa, pero no se preocupan por cambiarse a ellos mismos antes que a un país entero. Muchos no se dan cuenta que para poder "revolucionar" es necesario cambiar PARA MEJOR nuestra forma de ver las cosas, nuestra manera de pensar e incluso de razonar. Y es que no vivimos solos en este planeta, y nuestras acciones repercuten sobre las acciones y las vidas de los demás, y viceversa. Es una especie de ciclo. Nuestras decisiones son las decisiones del mundo, nuestra prisión interna es la que ciega la visión del ser humano, como si nos auto encerráramos en una prisión.
En el momento en el que cada cual se dé cuenta de que cada acción trae sus consecuencias, y que estas no están desligadas de cada decisión personal e individual, entonces comenzaremos a notar un cambio.
Es algo parecido a lo que ocurre con el Efecto Mariposa: El mas simple de los movimientos, la mas sencilla de las reacciones o incluso el mas insulso de los pensamientos generan una cadena cambios que afectan a todos y de ahí se desata una secuencia de sucesos que quedan fuera de tu alcance.
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